Cuando hablo lo hago sin dobles intenciones.
Cuando callo mi silencio es una pausa, una ausencia, un volver a empezar.
Cuando digo que soy una carta abierta, es porque soy prosa.
Canto.
Amo estar en boca de los niños y de los sencillos.
Amo las coplas del pueblo, aunque no soy canto. Más que canto, soy pregón.
Amo ser grito y después silencio.
Yo no soy un enigma, soy una carta abierta ...y sin embargo no cualquiera puede leer mis sencillas intenciones. De las cenizas del silencio renacerá una voz.
por: Miguel Quintero
Twitter: Owiruame
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