¿Por qué blogueo?

Hace un montón de años (corría el año de 1996) tuve mi primer contacto con internet, que en aquél entonces no era el embrollo de redes sociales en el que hoy se ha convertido, sino más bien se parecía a una colección de páginas bien ordenaditas que ofrecían su información para quien podía buscarla desde Yahoo o Altavista.

En algún momento me encontré con una página personal creada en Geocities y me gustó la idea de tener la propia, comencé a averiguar como hacerla e hice uso de las plantillas prediseñadas que ofrecía.

Foros, chats, grupos y juegos online fueron conformando mi identidad digital, de la cual actualmente no me siento muy orgulloso.  En un momento dado me encontré con un blog y después con otro y otros más.

No sabía que eran o como se hacían, sin embargo, decidí que yo debería tener uno, uno en el que pudiera publicar mis reflexiones, quejas y risas como mensajes en botellas que lanzaba al mar por el que otros navegaban.

Así fue como comencé en los blogs y, aunque a veces dejo de escribir, de vez en cuando tengo la necesidad de lanzar otra botella a las aguas...